martes, 9 de marzo de 2010

Miguel Bosé regresa hedonista e irreverente

A sus 53 años, y tras vivir uno de los éxitos más grandes de su carrera con Papito, Miguel Bosé apuesta por el hedonismo y la irreverencia en Cardio, un álbum "lleno de solaridad y buen rollo ochentero", explicó el cantante en Madrid durante la presentación del mismo. El arrollador éxito de Papito, con el que vendió más de dos millones y medio de copias en todo el mundo y que le ha mantenido de permanente gira en España y Latinoamérica durante varios años, ha obligado a Miguel Bosé a quitarse "miedos y vértigos" encarnando a un personaje enérgico y descarado en su nuevo álbum, Cardio, que sale mañana a la venta.

Para regresar a la primera línea de actualidad, Miguel Bosé ha adelgazado más de veinte kilos, como recuerda en una de sus nuevas canciones, Ayurvédico, en referencia a la estricta dieta a la que se ha sometido. Con actitud irreverente y caleidoscópica, como tiene acostumbrado a su público en sus 30 años de carrera, presentó Bosé este trabajo discográfico, que se plantea, como si de una revista de tendencias se tratara, con la variedad de doce canciones de vocación moderna y cosmopolita.

Esas doce posturas vitales encerradas en "el brío y la energía" de Cardio, que significa "corazón" en una lengua tan hedonista como el griego, no pueden adjudicarse exclusivamente al cantante, aunque sí al personaje "valiente y sin dudas de nada" con el que ha vuelto "a la edad de la pasarela".

El contagioso estribillo de su primer sencillo Estuve a punto de..., convive con el romanticismo de ¿Hay? o el deliberado amaneramiento "a lo T-Rex" del tema final, Eso no, que recuerda a su juventud en un Londres desinhibido en lo sexual y en lo estético.

Bosé defenderá en directo este Cardio con una escenografía propia de una pasarela, para mantener esa actitud de modelo de pasarela con la que se ha dejado fotografiar para el libreto del disco, posando con todo tipo de accesorios y complementos como si de un reportaje de moda se tratara. Para este álbum, ha contado con Nicolás Sorín, con el que comparte el proceso de gestación de sus trabajos desde Velvetina y a quien ha pervertido musicalmente.

Sorín, hijo del cineasta argentino Carlos Sorín y pianista "más cercano a las bandas sonoras y al jazz", comparte con él una formación clásica, pero Bosé le ha obligado, "en contra de su voluntad", a pasarse a la producción y a introducir "guitarras con un sonido 'indie' muy guarro y poco perfecto".

Pero no todo es provocación en su propuesta. Mientras que se ha enfrentado a varios reporteros televisivos procedentes de magazines españoles, por considerar que no trataban con respeto el lanzamiento de su nuevo álbum, Bosé ha contestado a los periodistas latinoamericanos, que se han centrado en su colaboración con Juanes en el proyecto "Paz sin fronteras".

El polémico encuentro sobre el escenario con el colombiano en el concierto que se celebró en Cuba el pasado 20 de septiembre de 2009 provocó las protestas de grupos de exiliados cubanos en Miami.

Este episodio queda atestiguado en el disco en el tema Júrame, que es "un retrato de lealtad en la que los dos nos mantuvimos -ha recordado- para no flaquear", tras recibir amenazas.

La intención de los dos músicos es la de mantener vivo "un proyecto que se plantea muy a largo plazo", apuntó, tras una actuación musical que entró en el libro Guiness de los récords como el tercero más multitudinario de la historia, con más de 1,7 millones de asistentes.

"El que salió ganando fue el pueblo de Cuba", aseguró Miguel Bosé, quien incidió en la buena disposición de las administraciones estadounidense y cubana ante la celebración de un concierto que iba a celebrarse originalmente en Guantánamo a propuesta de Estados Unidos, ha contado, aunque finalmente no ocurrió por problemas logísticos.

El cantante también ha anunciado que seguramente será en junio cuando Juanes y él anuncien nuevos destinos para sus conciertos conjuntos con los que proseguir esta iniciativa.

Fuente: Ritmosonlatino.com

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