lunes, 23 de julio de 2012

La música se celebró en La Carlota

Anoche se escribió en Caracas una página antológica en la historia de la música. No solamente porque Rubén Blades interpretó por completo su ópera salsaMaestra Vida acompañado por la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, dirigida por Gustavo Dudamel, sino porque 217.000 almas pudieron disfrutarla en la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda. 
 
Viva la música, espectáculo organizado por Evenpro, ofreció un cartel de lujo que inició a las 4:17 de la tarde con Franco de Vita; prosiguió con la Orquesta Latino Caribeña Simón Bolívar y concluyó con la actuación del cantautor panameño y de los 125 músicos comandados por el director larense. 
 
Como de costumbre, De Vita regaló a sus seguidores una presentación en la que no faltaron sus grandes éxitos, un sonido excelente y el carisma del dos veces ganador del Grammy latino. 
El artista arrancó aplausos y suspiros con ¿Dónde está el amor?, Fuera de este mundo, Cálido y frío, Y te pienso y Te amo, pero también se hizo acompañar en el escenario por un grupo de selectos invitados: Víctor Brito de Ecuador, María José de Maracay, el grupo San Luis y Manuel Díquez con quienes interpretó Tan solo tú, Somos tres, Si la ves, ¿Dónde andabas tú? y Traigo una pena. 
 
De Vita cerró con broche de oro su gira mundial Mira más allá al interpretarCanción a la Vinotinto, considerado el nuevo himno de la selección venezolana de fútbol. "La Vinotinto representa a cada uno de nosotros señores. Muchas gracias por todo ese cariño ¡Hasta otra oportunidad!", afirmó. 
Una hora después, a las 7:12 p.m. los 40 jóvenes músicos que integran la Orquesta Latino Caribeña Simón Bolívar dieron una brillante demostración de su virtuosismo al interpretar la Quinta sinfonía de Ludwig van Beethoven en salsa,Encantigo, El primo y Timbalero. 
Pero lo que no sabía el público era que Blades subiría a acompañarlos y a cantar con ellos María Lionza y Decisiones. 
 
El panameño lucía sombrero y traje negro y un detalle muy especial: una pashmina con el tricolor nacional. La Carlota deliraba. La ejecución y reproducción de los éxitos del ganador de seis Grammy fueron impecables. 
 
Sin embargo, lo mejor estaba por venir. El momento que fue ensayado por semanas: la hora en que Maestra Vida tomara forma frente a Blades, uno de sus principales creadores (Willie Colón la produjo en 1980) frente a un público que no sospechaba lo que estaba por suceder. 
 
A las 8:45 p.m., Blades dirigió unas palabras antes de interpretar su ópera salsa. "No acostumbro a hablar antes de dar mi música, pero quiero agradecer al maestro (José Antonio) Abreu por haber colocado a Venezuela a la vanguardia de la música con el Sistema. Esta noche Maestra Vida alcanza una nueva dimensión. Con ella intenté plasmar lo que ocurría en los barrios latinoamericanos de los 70, como bien lo narró mi amigo César Miguel Rondón", expresó. 
 
Lo que vino después fue la interpretación durante dos horas de la historia de amor de Manuela y el sastre Carmelo y el drama que después viven por el abandono de su hijo Ramiro. 16 movimientos sobre la vida y la muerte mantuvieron atentos a los presentes, cuyos aplausos solo se detuvieron durante la narración de Blades. 
 
Caracas ovacionó de pie al astro internacional y a los músicos venezolanos. La fiesta terminó con la llegada de Pedro Navaja y una lluvia de fuegos artificiales. Una noche digna de recordar.

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